Trajes


EL TRAJE. La pieza clave del armario masculino: desde el corte ejecutivo, un indispensable en el día a día del hombre de negocios -la chaqueta es más espaciosa, el corte más cómodo y amplio en el vientre-, hasta el blazer o la americana -que se entalla en la cintura, ajustando el corte a la silueta y admitiendo un look más informal-, o las prendas ceremonia, con el frac, el chaqué o el esmoquin a la cabeza.

La trayectoria del traje se compone de varias
 líneas históricas, que parten de la herencia de vestuarios tan dispares como la chaqueta naval, las prendas de monta o los uniformes imperiales. Su evolución a través de los años nos permite disfrutar de una gama amplia de estilos, estructurados en función del corte de la prenda, el tamaño y forma del cuello, la solapa, la disposición de los botones o los accesorios de rigor. ¿Sabes cuáles son los seis trajes básicos del hombres.


EL CHAQUÉ. La versión de máxima etiqueta del armario masculino, suele usarse en ceremonias de día -su término en inglés es literalmente 'morning dress', o 'traje de día', mientras que el frac se reserva para la noche. Como otras prendas de vestir masculinas, los primeros chaqués se utilizaron en la práctica de la monta a caballo, de ahí la caída de la cola, con una abertura que permite al jinete subirse a la montura con comodidad. La parte más vistosa del chaqué es la levita, que siempre va combinada con chaleco, además de pantalón (de rayas, si es posible), camisa y corbatón, junto a otros accesorios como el sombrero de copa o los guantes. El zapato, Oxford.



DOBLE BOTÓN. Los trajes de doble botonadura se caracterizan por superponer sobre pecho y el vientre los dos extremos frontales de la chaqueta, abotonando la prenda con dos filas paralelas de botones. En la actualidad, sólo una de las filas suele ser funcional, mientras que la otra es meramente decorativa, añadiendo un botón interior a modo de 'ancla', que sujete la pieza en su sitio. Los primeros trajes de doble botonadura se remontan a las prendas de carácter naval de los años 30, e incorporaban un total de seis botones, que se reducirían más tarde a cuatro. Las chaquetas suelen llevarse siempre abotonadas.



DOS O TRES BOTONES. El blazer o americana consiste en una única fila de botones, y es un tipo de chaqueta ligeramente más informal que la anterior. Existen variedades con un único botón, o cuatro, pero siempre respetando la norma de la hilera única. El corte es más entallado, y es el tipo de chaqueta más popular entre los trajes de estilo Slim-fit. El tamaño y el acabado en pico de la solapa también admiten variaciones.



TRAJE DE CUELLO MAO O MANDARÍN. Se trata de una adaptación occidental de un tipo de indumentaria popular en la China Imperial. Es un tipo de cuello corto elevado, que sube entre tres y cinco centímetros, sin incorporar vuelta ni solapas. Suele acabar en puntas redondeadas.



DINNER JACKET. O esmoquin, como se la conoce en los países hispanohablantes. La dinner jacket (su denominación británica original), es un tipo de atuendo de etiqueta que suele emplearse por la noche, y aunque es más elegante que un traje, no llega al nivel de ceremonia del chaqué o frac. El esmoquin ha evolucionado mucho en los últimos años, permitiendo diseccionar los diferentes elementos e incorporar la chaqueta a looks más relajados o informales. Oficialmente, el esmoquin se compone de chaqueta, camisa de cuello pajarita, fajín (o chaleco), y corbata o pajarita.




TRAJE EJECUTIVO. La pieza clave del armario masculino, especialmente en lo que respecta al día a día, combina pantalón y chaqueta, y sólo en algunas ocasiones, chaleco. Puede ser de dos o tres botones, o de doble botonadura. Puede ser de corte italiano (ceñido en forma de 'uve'), americano (cuerpo recto) o británico (menos marcado en los hombros), aunque por definición la chaqueta es más espaciosa y cómoda que un blazer. Los colores suelen ser neutros y oscuros, con preferencia por los grises y azules.


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